Penetró una zorra en un rebaño de corderos, y arrimando a su pecho a un pequeño corderillo, fingió acariciarle.
Llegó un perro de los que cuidaban el rebaño y le preguntó:
-- ¿Qué estás haciendo ?
-- Le acaricio y juego con él -- contestó con cara de inocencia.
-- ¡ Pues suéltalo enseguida, si no quieres conocer mis mejores caricias !
Moraleja
Al impreparado lo delatan sus actos.
Estudia y aprende con gusto y tendrás éxito en tu vida.
2 comentarios:
No sé si ya te lo he dicho, pero adoro las fábulas, creo me las sé casi a todas, jojo. Bueno, paso para avisarte que tienes algo para tí en mi blog, no es nada más que un detallito.
Un abrazo.
Hola Fabiana.
No sabía que te gustaban las fábulas, a mi también, me alegro que asi sea.
Estos días ando muy ocupado, pero no te preocupes que me pasaré por tu blog, y muchísimas gracias por el detallito.
Un saludito
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